La dieta Scardale se basa en un régimen alimenticio que dura exactamente catorce días, donde
las reglas son inquebrantables, pero los resultados son sumamente increíbles, ya que en ese lapso
de tiempo se pueden llegar a perder hasta diez kilos y estilizar la figura de una manera muy
completa. Pero la disciplina es muy importante, ya que al principio puede resultar complicado el
cambio de hábitos alimenticios y la rigidez en cuanto a los alimentos se refiere, pero una vez que
pasan los primeros tres días, el éxito está casi asegurado.
El Doctor Herman Tarnower fue su creador y se basa en una ingesta de solo mil
calorías diarias, esta técnica es empleada por muchos nutricionistas para una perdida acelerada de
peso. La ventaja de la
dieta Scardale
es que los alimentos son variados, lo que ayuda a moderar nuestra manera de comer y permite tolerar
los quince días sin mayores problemas.
La dieta Scardale es llamada también
dieta disociada,
lo que significa que no se pueden mezclar determinados grupos de alimentos, para favorecer la quema
de grasa y la pérdida de peso.
Este régimen alimenticio permite solo tres comidas al día, aunque se hace la
recomendación de que si hay necesidad de comer entre comidas, solo se consuma zanahoria o apio
crudo. El menú no se puede cambiar, ni añadir algún otro alimento que no esté contemplado. De igual
manera es necesario consumir dos litros de agua al día, pues esto nos ayudará a eliminar grasas y
depurar nuestro cuerpo de manera más eficaz.
En el desayuno de los catorce días no habrá variaciones, se puede consumir
solamente media toronja, una taza de café o té y una rebajada de pan integral tostado. Cabe
mencionar que por la temporada de las frutas, la toronja puede ser intercambiada por alguna otra
fruta, por ejemplo la naranja, sandia o papaya.
Durante la comida tendremos una porción de proteína (2 huevos, una lata de atún,
un filete de pollo, pescado o carne roja sin grasa), ensalada de verduras, una rebanada de pan
tostado o dos galletas integrales y café o té según su preferencia.
Para la cena nuevamente recurrimos a la proteína (una porción más pequeña que la
de la comida), cualquier verdura (de preferencia cruda) y alguna infusión sin azúcar añadida.
Como puedes observar durante este régimen alimenticio no se ingieren alimentos
procesados, por lo que hay que tener tiempo para organizar y planear las comidas. Se puede realizar
una lista de los alimentos permitidos y comprarlos cada semana para que las personas puedan
prepararlos, sobre todo aquellas que trabajan y que utilizan la falta de tiempo como pretexto para
no bajar de peso.
No se debe agregar sal ni azúcar a los alimentos, ya que cualquiera de estos dos
productos altera los resultados de la dieta. No se recomienda que está dieta se combine con
ejercicios extremos que requieran mucha energía, pues la cantidad de calorías que se ingiere con la
dieta Scardale
es muy baja, siendo insuficientes para las necesidades del cuerpo humano cuando se realizaran
actividades agotadoras.
Una vez que se terminen los quince días de la dieta Scardale, hay que optar por
un régimen alimenticio sano, evitando las grasas saturadas, los azucares y otros alimentos que
puedan acelerar la recuperación del peso perdido.