La dieta del limón tiene una duración de entre cinco y siete días, no se recomienda
postergarla más ya que puede ocasionar trastornos en el cuerpo debido a su restricción de calorías.
Sin embargo, la dieta del limón es una herramienta sumamente útil para perder algunos kilos (hasta
tres en una semana) y solo se puede hacer dos veces al año. Se basa principalmente en las múltiples
propiedades del limón y sus beneficios en el cuerpo humano.
El limón está considerado como acelerador del metabolismo, sustancia quema grasa
y desintoxicante natural. Es por esto que la
dieta del limón
ayuda en general al cuerpo a alcanzar nuevamente el peso deseado y eliminar sustancias toxicas que
lo puedan estar enfermando. Aunado a esto, debido a que todo el tiempo se consume el limón con agua
(como tipo limonada) el cuerpo se mantiene bien hidratado y realizando sus funciones
correctamente.
El primer día propone un régimen bastante estricto que servirá para depurar al
cuerpo y prepararlo para los siguientes días. Durante solo veinticuatro horas se deben de consumir
verduras cocidas y agua de limón que no deberá estar endulzada (si el sabor no es agradable al
paladar solo se permite agregarle stevia (o estevia), que es un endulzante natural). Este primer
paso es muy importante para la eficacia de la
dieta del limón,
aunque es el más difícil porque solo se consumen verduras y puede haber sensación de hambre.
A partir del segundo día se consumirán alimentos variados en proporciones
pequeñas, quedando de la siguiente manera: para el desayuno solamente una toronja o naranja y té
con limón, a la hora de la comida agregaremos pescado o pollo a la plancha, ensalada de verduras,
una fruta y agua con limón y por último para la cena podemos optar por un poco de queso bajo en
grasas, una porción de verduras o arroz y nuevamente el agua con limón. Cabe mencionar que esta
dieta no tiene permitidos los refrigerios ni las opciones entre comidas.
Hay alimentos prohibidos en la dieta del limón como lo son las patatas, las
grasas saturadas, el azúcar o cualquier alimento dulce, el alcohol, los cereales y las harinas, por
lo que en ningún momento se puede comer pan, tortilla o cualquier otro acompañamiento al que se
esté acostumbrado. Esta dieta es baja en calorías, así que lo conveniente es que durante esos días
no se realicen ejercicios pesados o se exponga al cuerpo a actividades físicas extenuantes.
Una vez que se ha terminado con la dieta del limón, se pueden agregar otro tipo
de alimentos pero sin abusar de las grasas o los azucares, de lo contrario los kilos que se bajaron
se volverán a subir de una manera rápida. Por este motivo es importante cuidar nuestra alimentación
tras finalizarla, ya que ninguna dieta te garantiza que los resultados serán para siempre, salvo
que cambies tus hábitos alimenticios.
Opcionalmente, después de finalizar la dieta del limón puede quedar como hábito
la ingesta del agua con limón, sobre todo al despertar y antes de irse a dormir, pues es cuando el
cuerpo tiene un mayor requerimiento de agilizar el metabolismo.