La dieta de la zona es una increíble herramienta no solo para bajar de peso, sino para tener
un estilo de vida sano. El doctor Barry Sears nos invita a seguir un método preventivo para todo
tipo de enfermedades, que de paso nos ayudará en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad. Todo
lo anterior se logra manteniéndonos en una zona neutral de equilibrio de las hormonas responsables
de la inflamación, por medio de un adecuado y disciplinado método alimenticio.
Algunas personas encuentran un poco complicada la
dieta de la zona,
puesto que todos los alimentos deben de ser pesados, medidos y calculados en base a las porciones
que estrictamente se manejan. Así como también, solo se pueden ingerir alimentos cada cuatro o
cinco horas, lo que da lugar a comer aproximadamente cinco veces al día, realizando tres comidas
más abundantes y dos snack.
El creador de esta dieta, ha escrito varios libros que sirven de apoyo para el
conocimiento de este régimen y su adecuado seguimiento. Basándose en una alimentación que incluye
proteínas, carbohidratos y grasas, pero en las proporciones exactas para el buen funcionamiento
hormonal. De esta manera, con la dieta de la zona se queman grasas, se desinflama el cuerpo y se
logra inclusive combatir algunas enfermedades como el cáncer y la diabetes.
La zona se representa gráficamente por medio de una pirámide dividida en cinco
partes, la primera de ellas (que es la base que se encuentra sosteniendo a las demás) es la
alimentación, la segunda es la ingesta de omega-3 necesario para reducir la inflamación celular, la
tercera son las frutas y verduras, la cuarta el ejercicio y la quinta algunos suplementos
alimenticios que explicaremos más adelante.
La dieta de la zona promueve con mucho éxito la ingesta de frutas y verduras
como principal fuente de hidratos de carbono, dejando de lado cualquier tipo de almidón, cereales y
pastas en general. De esta manera según la teoría, se controla la insulina, cabe recordar que la
insulina es una hormona encargada de regular los niveles de azúcar en la sangre.
También nos enseña a adecuar nuestro consumo de grasas, pues refiere que las
grasas en si son esenciales para que el cuerpo funcione adecuadamente y erradica la creencia de que
el consumo de grasas es malo o perjudicial del todo para nuestro sistema. Sobre todo nos alienta a
consumir omega-3, que se encuentra principalmente en el salmón fresco y en el aceite de hígado de
bacalao.
Aunque realizar el menú es un poco complicado, una vez que se ha logrado
comprender la adecuada combinación de alimentos, no será difícil seguir ese tipo de alimentación de
por vida. Todo es parte de un equilibrio, y relativamente se consumen alrededor de mil a mil
seiscientas calorías diarias, sin embargo no se tiene hambre entre las comidas, ya que las
cantidades (sobre todo de frutas y verduras) son muy grandes.
Hay que recalcar que la dieta de la zona no se basa en un peso ideal, sin
embargo nos da las herramientas necesarias para poder medir nuestro porcentaje de grasa corporal,
que es diferente entre hombres y mujeres. Lo adecuado es que los hombres tengan un 15% de grasa
corporal y las mujeres un 22%. Si descubrimos que nuestro porcentaje de grasa corporal está por
encima de estos indicadores, entonces nosotros sufrimos de sobrepeso u obesidad según sea el
rango.
Cuando hablamos de suplementos, nos referimos a productos que los mismos
creadores de la
dieta de la zona
han comercializado. Básicamente son capsulas, licuados y barras que proporcionan pocas calorías,
omega-3 y algunos vitamínicos esenciales para el cuerpo. Muchos de los actores de Hollywood han
seguido de por vida este régimen con excelentes resultados, el caso más mencionado es el de
Jennifer Aniston quien reapareció en la pantalla grande luciendo un cuerpo delgado y
torneado.
El menú de la dieta de la zona incluye por ejemplo en el desayuno 4 claras de
huevo con dos tazas de fresas y una cucharada de aceite de oliva, para el primer snack se consume
un rollito de jamón de pavo y tres almendras, a la hora de la comida un plato de verduras con queso
panela, aceite de oliva y una taza de fresas, durante el segundo snack se permite una barrita de
fibra y para cenar una naranja con seis almendras y otra rebanada de jamón.
Esta dieta es bastante restrictiva en cuestión de azucares y grasas saturadas,
ya que no puedes consumir ningún alimento dulce, que no sea la fruta natural. También debes de
prestar atención a la hora de elegir el tipo de carne que quieres consumir debido a que esta no ha
de contener grasa. Los alimentos procesados tampoco están dentro del menú, esta es una complicación
para las personas que trabajan o pasan mucho tiempo fuera de casa, ya que normalmente no alcanzan a
preparar lo necesario para seguir al pie de la letra el régimen.
También existen algunas recomendaciones de recetas que puedes preparar si te
encuentras realizando la dieta de la zona y que cumplen las especificaciones de un cuarenta por
ciento de carbohidratos, un treinta por ciento de proteínas y otro treinta por ciento de grasas
respectivamente. Un ejemplo de receta sería un platillo de arroz al vapor, guisado con jitomate y
setas en una cucharada de aceite de oliva. De nuevo hacemos la aclaración que en todos los
alimentos lo importante son las porciones (llamadas también bloques) que marcaran la diferencia
entre tener éxito al bajar de peso o no tenerlo.
El consumo de agua en la dieta de la zona es primordial para ayudar al adecuado
funcionamiento de nuestro intestino, debido sobre todo al cambio en la alimentación que puede hacer
que nuestro cuerpo modifique un poco la regularidad en las evacuaciones. El agua entonces ayudará a
que no se presente estreñimiento y que la quema de grasa sea más eficiente.
El ejercicio es muy recomendado en este régimen, pues acelera la pérdida de peso
y permite al cuerpo mantener un funcionamiento óptimo; salir a caminar, trotar, andar en bicicleta
o realizar natación, son algunas de las actividades especificadas. Por el contrario, hay que evitar
los entrenamientos de levantamiento de pesas, pues puede haber pérdida de masa muscular.